En febrero pasado, los gobiernos de Colombia y Ecuador anunciaron un acuerdo para gestionar la repatriación de los presos colombianos que se encuentran en las cárceles ecuatorianas.
El ministro de Justicia, Héctor Osuna, confirmó este miércoles que 13 colombianos que se encontraban presos en Ecuador ya están en Tulcán, en la frontera entre ambos países.
El grupo está compuesto por 11 hombres y 2 mujeres. Se espera que sean entregados en Rumichaca esta semana y luego enviados a la cárcel de Ipiales, donde se iniciará el proceso de distribución a diferentes centros penitenciarios colombianos.
La crisis carcelaria en Ecuador
La decisión del Gobierno ecuatoriano de repatriar a presos colombianos que cumplen condena en sus cárceles ha generado gran controversia en ambos países. La medida, si bien busca aliviar el hacinamiento en las prisiones ecuatorianas y garantizar el cumplimiento de las penas en el país de origen de los reclusos, ha sido criticada por sectores que la consideran una carga para el sistema penitenciario colombiano y una amenaza a la seguridad pública.
Se estima que alrededor de 3.000 presos colombianos se encuentran en cárceles ecuatorianas. La decisión inicial del Gobierno ecuatoriano de expulsar a 1.500 de ellos generó gran tensión entre ambos países, lo que llevó a la búsqueda de un acuerdo bilateral para la repatriación ordenada.
En febrero pasado, los gobiernos de Colombia y Ecuador anunciaron un acuerdo para gestionar la repatriación de los presos colombianos que se encuentran en las cárceles ecuatorianas.
“Colombia y Ecuador expresaron su voluntad de dar cumplimiento a los acuerdos bilaterales en materia de repatriación de ciudadanos privados de la libertad y gestionar, de manera expedita y oportuna, las solicitudes para que las personas condenadas puedan cumplir sus sentencias en su país de origen”, manifestaron en un comunicado conjunto.
La decisión de Ecuador obedece a la difícil situación de orden público que vivió el vecino país en enero. El 9 de ese mes, un grupo armado irrumpió en un canal de televisión que transmitía en vivo y se tomó las instalaciones. Asimismo, diferentes grupos armados irrumpieron en las calles y se tomaron varios rehenes en la cárceles de ese país.
La situación fue tan tensa, que el presidente Daniel Noboa, tomó decisión de declarar la existencia de un "conflicto armado interno" en el país.