En Salud y Algo Más, Alejandra Toquica, dermatóloga y oncóloga del hospital San Ignacio, se pronunció sobre la salud de la piel y las repercusiones de las cámaras de bronceo.

En Salud y Algo Más, Alejandra Toquica, dermatóloga y oncóloga del hospital San Ignacio, se pronunció sobre la salud de la piel y las repercusiones de las cámaras de bronceo.

“La piel es el órgano más grande del cuerpo, es con el que tenemos contacto con el exterior y revela lo que está pasando en nuestro interior. Cómo cuidemos nuestro cuerpo se verá reflejado en nuestra piel”, explicó la doctora.

Así mismo, explicó que para mantener una buena salud en la piel se deben tener varios factores presentes como el buen sueño, ejercicio físico, además de una buena alimentación.

El sol

Por otro lado, aseguró que debido a que la piel siempre está en contacto con el medio ambiente, el sol es el principal causante de la mayoría de las enfermedades cutáneas en la piel y del fotoenvejecimiento.

En ese orden de ideas, señaló que “el bronceado es un factor de riesgo para desarrollar diferentes tipos de cáncer de piel, degrada las fibras del colágeno de la piel y sobre todo genera manchas. Estas no se pueden eliminar y esto nos habla de las consecuencias de habernos expuesto al sol durante mucho tiempo; y estas consecuencias algunas veces son irreversibles”.

Frente a lo anterior, explicó que el protector solar es un producto crucial para cuidar la piel, y que, además, debe ser considerado como “un medicamento”.

Así mismo, señaló que el bloqueador debe cumplir con ciertas características para que funcione, entre estas:

• Cubrir los espectros de radiación: el factor de protección solar debe ser mínimo de 50, sin embargo, aseguró que la diferencia entre 50 y 100 es muy poca.
• Debe proteger contra la radiación ultravioleta (UVA)
• Ser resistente al agua

Además, la dermatóloga aseguró que debe aplicarse cada cuatro horas y si se está al aire libre cada dos.

Cámaras de bronceo

Por último, se pronunció sobre las cámaras de bronceo, señalando que existen estudios que soportan que el más del 90% de mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer de piel melanoma, han tenido, en algún momento de su vida, contacto con una cámara de bronceo.

“Lo que hacen las cámaras de bronceo es emitir radiación que acelera el bronceado, es como si uno se metiera en un sol condesado que genera estrés en nuestra piel para que las células que producen el pigmento trabajen mucho más de lo normal y exageradamente”, puntualizó.