Luego de que el diputado Nicolás Petro recusara al fiscal General Francisco Barbosa y solicitara un fiscal independiente para la investigación que se adelanta en su contra; mucho se habla del horizonte que tomará la averiguación sobre presunto lavado de activos.
Como si se tratara de una guerra anunciada, Nicolás Petro, el hijo del presidente Gustavo Petro, decidió recusar al fiscal general Francisco Barbosa y pidió que los otros fiscales que llevan su investigación por lavado de activos se aparten del caso.
Y es que, en un documento de 28 páginas, firmado por los abogados David Teleki y Juan Trujillo, se lee que “’la guerra’ que ha declarado el Fiscal Barbosa contra el presidente Petro, ya ha alcanzado de sobra el carácter de enemistad grave, que abarca el núcleo familiar de ambos altos funcionarios del Estado, porque, por una parte, involucra a la seguridad de la familia de Barbosa y por otra parte, la Fiscalía investiga al hijo del presidente, esto es, a Nicolás Petro”.
Así las cosas, tras la pelea que se desató entre los dos poderes que lleva consigo señalamientos de lado y lado, el hijo del mandatario y sus abogados decidieron hacerse a un lado y apartar de la investigación al fiscal Luis Fernando Merchán, y al fiscal Mario Burgos; en su lugar, solicitaron que se nombre un fiscal ad hoc designado por la Corte Suprema de Justicia.