Judiciales (509)
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El Ministerio Público dice que encontró evidencias para su indagación por supuesta corrupción.
Funcionarios de la Procuraduría General de la Nación llegaron a las oficinas del Ministerio de Defensa, en Bogotá, para realizar una inspección documental en el marco de las investigaciones por presunta corrupción en contra de esa entidad.
La visita se realizó en la mañana de este martes y, según la Procuraduría, “obtuvo documentación relevante para indagación disciplinaria ante denuncias hechas por exviceministro, general (r) Ricardo Díaz. Se procederá a evaluar el material probatorio”.
El exviceministro Díaz prendió el ventilador el pasado fin de semana, cuando le concedió una entrevista al portal noticioso Semana. Allí denunció presuntas gestiones ilegales y ofrecimientos de coimas para contratos del Ministerio y la compra de aeronaves a ciertos oferentes.
Sus comentarios no solo generaron la investigación disciplinaria de la Procuraduría, sino una indagación penal de la Fiscalía, que lo citó para que ampliara sus declaraciones.
En la conversación periodística, el exmilitar mencionó que hubo presiones para que autorizara un contrato de compra de tres helicópteros italianos de la marca Leonardo para la Fuerza Aeroespacial Colombiana.
Al parecer, detrás de las gestiones estuvieron la primera dama, Verónica Alcocer; así como Ángela y Camilo Benedetti, hermanos del exembajador Armando Benedetti, quienes habrían terciado en favor de un oferente del gobierno de Catar. Según Díaz, se ofrecieron sobornos de hasta $700 millones para favorecer esa operación.
“Me pareció muy extraño, porque no es función de la primera dama estar intercediendo por contratistas. Es una actividad netamente militar, que corresponde a la parte técnica de la Fuerza Aérea”, recalcó el general (r).
El cuerpo de la víctima tuvo que ser rescatado, el pasado 12 de julio, del río Suratá de Bucaramanga.
Madre e hija son señaladas por la Fiscalía General de la Nación de degollar, desnudar y arrojar el cuerpo de un hombre al río Suratá, al norte de Bucaramanga. Las presuntas responsables serían la esposa y suegra de la víctima.
El cuerpo sin vida del joven Óscar Javier Rueda Beltán, de 28 años, fue rescatado de las aguas del río Suratá por el cuerpo de bomberos de Bucaramanga en la tarde del pasado 12 de julio.
Cuando fue rescatado, el cadáver tenía varias heridas cortopunzantes en todo su cuerpo e indicios de que trató de defenderse.
Tras dos meses de investigación, la Fiscalía determinó que el hombre había sido asesinado en el barrio Betania, al norte de Bucaramanga y que luego fue lanzado al río.
En un operativo del CTI de la Fiscalía y el Ejército lograron capturar a Nancy Natalia Pérez Bermúdez expareja de la víctima y señalada responsable del homicidio, la presunta delincuente, además, confesó que tuvo la complicidad de su madre, Analsi Milena Bermúdez Reyes.
La señora Analsi, al parecer, fue quien sugirió que el cuerpo del hombre fuera arrojado al río.
Las dos mujeres fueron arrestadas en el sector del barrio Balcones del Kennedy y en próximas horas serán presentadas ente un juez de control de garantías.
El pasado martes 29 de agosto del año en curso, las autoridades anunciaron la captura de Carlos Eduardo Morales Herrera, operativo que se realizó en el corregimiento Paso Nuevo, zona rural del municipio de San Bernardo del Viento, por el delito de homicidio agravado.
Sin embargo, un juez de Lorica, sorprendió a la comunidad en general cuando dio a conocer que Carlos Eduardo Morales Herrera, no iría a la cárcel con detención preventiva de la libertar por el crimen a su madre, la comerciante Carmen Herrera.
Según el funcionario judicial, el acusado no es un peligro para la sociedad, por lo que continuará libre, pero vinculado al caso, que conmocionó a Lorica la madrugada del 19 de octubre del año 2019.
Recordemos que luego de cometido el crimen, Morales Herrera, salió huyendo, pero tres años después fue capturado.
De acuerdo a las versiones entregadas por Víctor Negrete, alias ‘Nucita’, quien lo delató al afirmar que fue su cómplice, incluso, al ser capturado minutos después del crimen a pocos pasos del comando de Policía, este se tiró al río Sinú en un fallido intento de huida, dijo que había sido utilizado por Carlos Eduardo Morales para quitar la vida a su progenitora con múltiples golpes en todo el cuerpo.
El sujeto fue condenado a seis años y cuatro meses de prisión y se creyó que el caso se había cerrado, pero cuatro años después, la sociedad fue sorprendida con la captura del hijo de la asesinada comerciante, quien en todo momento negó el hecho y ahora podrá defenderse en libertad.